Bosque otoñal

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domingo, 23 de febrero de 2014

La miel, nutritiva y alcalina.


La historia tiene sobradas pruebas de la relación del hombre con la abeja desde hace miles de años. Desde la remota antigüedad se sabe del uso de los productos de la colmena en alimentación humana y en alteraciones de salud, dos ámbitos íntimamente ligados. Desde el punto de vista alimenticio, los productos apícolas son valiosos suplementos nutricionales destinados a suplir carencias de la dieta moderna, basada en alimentos refinados e industrializados. El gran contenido de aminoácidos, enzimas, vitaminas, antioxidantes, ácidos orgánicos y minerales (elementos claves para nuestro equilibrio y que se pierden en los procesos de producción masiva) convierte a la colmena en una valiosísima fuente proveedora de salud y vitalidad. Es el caso de la miel de abejas.
Otro aspecto valioso del producto apícola es su capacidad de contrarrestar los nocivos efectos de la contaminación ambiental y del estrés, dos flagelos que diariamente minan nuestro organismo. Los antioxidantes se hacen cada vez más necesarios para soportar la creciente exposición a los radicales libres. Estas sustancias reactivas, a las cuales nos vemos cada vez más expuestos, tienen -junto al estrés- un rol decisivo en el origen de muchas patologías como el cáncer, las afecciones cardiovasculares, las enfermedades autoinmunes y el envejecimiento precoz. Además de producirse normalmente en el metabolismo celular, los radicales libres nos llegan con la contaminación atmosférica, los alimentos industrializados y los rayos ultravioletas. También los microminerales u oligoelementos juegan un papel clave como responsables de infinidad de procesos que refuerzan el desarrollo psicofísico y el bienestar. Por todo ello el sistema inmunológico, el aparato circulatorio, las vías respiratorias, el sistema nervioso y el aparato digestivo disponen de una significativa ayuda en la producción de las abejas.
Teniendo en cuenta que hablamos de sustancias naturales con tantas propiedades, es importante preservar al máximo las cualidades de estos delicados productos de la colmena, evitando tanto su contaminación como la degradación causada por su incorrecta manipulación. Sin estos cuidados es imposible gozar de sus magníficas virtudes. En materia de contaminación, por suerte nuestro Valle de Traslasierra es una zona privilegiada, con agua y aire puros, y sin fuentes de polución. En la región no hay prácticas agrícolas de envergadura y por ello no hay uso de agroquímicos. Precisamente la parafernalia de químicos usados en agricultura es la causa principal de contaminación externa del producto apícola. Las abejas están supeditadas a la floración espontánea del monte serrano (algarrobo, chañar, poleo, peperina, carqueja, palo amarillo, etc.). Este factor, por un lado limita la producción, pero por otro lado da garantía de altísima calidad.
Tanto o más importante que la contaminación externa, es hoy día la contaminación generada por el mismo apicultor en el interior de la colmena. La agresiva explotación comercial provoca gruesos desequilibrios en la actividad. El estrés causado por el sistema de manejo y la involución de la genética, han debilitado el sistema inmunológico de la abeja y esto ha incrementado violentamente sus enfermedades y enemigos naturales. El apicultor tradicional ha hecho uso macizo de antibióticos y sustancias químicas, generando sólo dependencia y resistencia. Esto obliga a usar cada vez más químicos que apenas disimulan y no resuelven el problema. Frente a la desesperación, hasta llegan a usarse productos fosforados para salvar la mortandad de colmenas, contaminándose seriamente la producción de miel y propóleo.
Respecto a la manipulación, se pone mucho celo a fin de preservar los delicados y valiosos componentes de los productos de la colmena. Por ejemplo el polen es secado sin superar los 40º de temperatura, el propóleo no es calentado en ninguna fase de elaboración y la miel tampoco es expuesta al calor. Es el único modo de conservar productos tan plenos de principios biológicamente activos y, por ende, tan sensibles. Obviamente que todo ello implica mayor trabajo, más tiempo de elaboración y cuidados artesanales, pero la mayor efectividad del producto es rápidamente advertida por el consumidor atento y sensible.
LA MIEL
Origen: Las abejas parten de la recolección del néctar floral, al cual concentran por evaporación y enriquecen con la adición de secreciones propias. Para producir un kilo de miel, las abejas deben libar de 1 a 6 millones de flores. La miel es la fuente de carbohidratos en la alimentación de la colmena.
Composición: En un 70-80% son azúcares simples (fructuosa y glucosa), predigeridos por el aporte enzimático de la abeja. Pero la riqueza nutritiva y terapéutica de la miel está en el resto de sus componentes. Tiene muchos minerales (potasio, fósforo, magnesio, etc.) y sobre todo microminerales (unos 30 oligoelementos), aminoácidos (17), ácidos orgánicos, aminas (acetilcolina), enzimas, vitaminas y un poderoso antibiótico natural (inhibina) que le confiere sus conocidas propiedades conservantes y desinfectantes.
Propiedades nutricionales: Es un endulzante natural, sin procesos de refinación (como el azúcar) y sin conservantes (como las mermeladas) que bloquean la asimilación de minerales en el organismo. Por su composición equilibrada, la miel resulta de fácil asimilación y aporta una gran riqueza de elementos al organismo. Allí radica la gran diferencia con el azúcar refinado (sacarosa), que -siendo un azúcar compuesto, privo de enzimas y oligoelementos- consume reservas del organismo para poder ser asimilado y genera fermentaciones intestinales. Por eso la miel es aconsejada para deportistas (permite una rápida recuperación frente al esfuerzo con menor evidencia de fatiga), personas de digestión lenta, adolescentes, tercera edad, etc. También incrementa la resistencia al cansancio psicofísico en períodos de intensa actividad. Además mejora la asimilación del calcio y aumenta los glóbulos rojos, siendo recomendable para estados de crecimiento, anemias, fracturas, menopausia, osteoporosis, etc. La miel es el azúcar mejor tolerado por los diabéticos -con prescripción médica para el consumo limitado de dulces- al no provocar sobreabundancia de azúcar en sangre: porque la glucosa pasa al tejido muscular y la fructuosa se metaboliza lentamente a través del hígado.
Aparato digestivo: Por acción de la acetilcolina, la miel mejora la secreción de jugos gástricos y estimula el peristaltismo (de allí su blanda acción laxante). Por otra parte sus enzimas aumentan el poder digestivo, evitan fermentaciones y -con la ayuda de la inhibina- controlan la flora bacteriana del tubo digestivo. La miel ayuda a la cicatrización de úlceras, debiéndosela ingerir en ayunas y bien ensalivada. También es un excelente protector hepático, dado que la fructuosa estimula su metabolismo y desintoxica; de allí su empleo para el tratamiento de alcohólicos. Asimismo la miel tiene un suave efecto diurético y antiséptico.
Vías respiratorias: Es conocido su efecto expectorante, calmante de la tos y estimulante de la secreción bronquial. En este campo es clave la acción bacteriostática de la inhibina.
Sistema circulatorio: Por efecto de la glucosa, es importante su acción energética para la musculatura cardiaca. Recientes estudios demuestran que la miel estimula la producción de fosfatos orgánicos, responsables de la regulación del ritmo y del riego coronario. De allí que la miel sea indicada para problemas de corazón, como la angina de pecho.
Dermatología: Desde la antigüedad se conoce el efecto antiséptico y cicatrizante de la miel, regenerando y desinfectando heridas, llagas y quemaduras. También aquí la inhibina juega un rol fundamental. Además la miel es emoliente de la piel, usándosela en cosmetología.
Sistema nervioso: Es marcado el efecto calmante de la miel, sobre todo en casos de insomnio, fatiga nerviosa, estrés y depresión. Mucho tiene que ver su contenido en magnesio, un conocido relajante muscular.
Contraindicaciones: Deben abstenerse de la miel los diabéticos insulínicos y los bebes menores de 6 meses. En este último caso se trata de una medida de prevención para evitar casos de botulismo, cuya espora -presente en la miel como en muchos otros alimentos- no puede ser neutralizada en el aparato digestivo hasta los 6 meses de edad.
Cuidados: La miel debe mantenerse al reparo de luz, calor y humedad por ser fotosensible, termosensible e higroscópica. Para garantizar la suma de propiedades arriba enunciadas, es fundamental que la miel no haya sido calentada en ninguna de las fases del procesamiento. Lamentablemente esto ocurre con frecuencia, sobre todo con la aparición de las mieles pasteurizadas. Este es un absurdo deterioro que sufre la miel, con el único objetivo de mantenerla líquida todo el año, dado que en estado natural cristaliza a 14ºC. A más de 40ºC se inactivan la mayoría de las sustancias vitales de la miel (enzimas, vitaminas, inhibina, etc.), conservándose sólo los azúcares y los minerales. Esto explica porqué muchas mieles provocan acidez, cuando en realidad la miel debe generar una reacción alcalina en el organismo.
Consumo: Su dosificación es muy variable y depende de muchos factores, pero siempre se aconseja ingerirla a temperatura ambiente para gozar de sus numerosos beneficios. Cuando es calentada en preparaciones culinarias (dulces, tortas, etc.) pierde muchos componentes vitales, aunque siempre resulte preferible al azúcar refinado. Usada para endulzar líquidos calientes, su deterioro es mínimo, aconsejándose incorporarla sólo un instante antes de la ingestión.

Yoga para niños



Maneras Divertidas de Hacer Yoga! De Gopala Amir Yaffe
Los niños aprenden a través de la diversión. Si tu clase de yoga no es divertida, no tendrás una clase; los niños no volverán o interrumpirán tu clase…así que, amigo! Relájate un poco y haz yoga divertida!
  1. Saco Mágico de Animales. Ésta es la mejor herramienta para enseñar yoga a menores de 3 años; crea una estructura que los mantiene involucrados durante la clase. Niños de ésta edad no pueden imaginarse animales fácilmente – necesitan verlos! Consigue un saco grande (o una funda de almohada) y llénalo con todo tipo de juguetes de animales, peluches o saquitos rellenos de frijoles, arroz u otros granos, en forma de animales (los puedes conseguir baratos en www.orientaltrading.com). Ve alrededor del círculo y permite que cada niño meta su mano en el saco mágico y saque un juguete. Luego, hagan las posturas del animal con todo el grupo.

    Cuando todos los juguetes estén fuera, puedes hacer posturas con los juguetes.

    Una de mis cosas favoritas es ponerme mi capa y con mi varita mágica convertir a cada niño en el animal que sacaron del saco. Esto también se puede hacer con niños mayores.

  2. Cuento de Yoga. Nos encantan los cuentos. Es una manera fácil de mantener a los niños enfocados y la clase interesante. Un cuento de yoga es especialmente bueno con niños pequeños que necesitan algo concreto para seguir; en su caso es bueno enseñarles fotos de los animales en un libro mientras haces las posturas para que conecten todo (el nombre del animal, cómo es y la postura correspondiente).

    Puedes usar un libro, con muchos animales en la historia u otras posturas y luego hacerlas cada vez que se encuentran con un animal u objeto en la historia. También puedes contar un cuento en tus palabras o inventar uno nuevo y dramatizarlo con posturas de yoga.

    Mayores de 3 años ya pueden inventar cuentos. Siéntense en círculo, permitiendo que los niños se tomen turnos para agregar una parte al cuento. Cada vez que se menciona un animal o cualquier objeto que puedas hacer en una postura (puede ser cualquier cosa si tu imaginación es fértil), el grupo puede hacer la postura. Si quieres que el cuento tenga más estructura, puedes sugerir un tema (zoológico, feria, picnic, un viaje a Zimbabwe…).

    Y, para asegurarte que todos tengan una postura en su parte del cuento, deja que escojan un animal de los juguetes, tarjetas de animales, tarjetas de yoga, fotos, etc. y combinen el animal en su parte del cuento. Otra manera de hacer lo mismo es pedirles que mencionen su animal favorito, alimento, manera de viajar, lo que más les gusta hacer, etc.

    Encontrarás un ejemplo en la sección de clases.

  3. Alrededor de la Tierra. Una manera fácil de hacer una clase si no tuviste tiempo de prepararla es utilizar un globo terráqueo. Primero, paso por el círculo señalando donde nos encontramos. Les digo a los niños que hay un mundo enorme allá afuera, con muchos países y muchas personas con diferentes idiomas, comida, costumbres, animales, etc.

    I put the globe in the center of the circle and I invite each kid in turn to come and spin the globe.
    After the globe is spinning fast, I ask the kid to put his finger wherever he wants on the globe –
    this is where we’ll be traveling next of course!Pongo la tierra en el centro del círculo e invito a cada niño que pase a girarlo. Cuando esté girando rápidamente, le pido al niño que ponga su dedo donde quiera en el globo – éste es el próximo lugar donde viajaremos! Con la opción de cada niño, los guío en una postura de viaje para llegar y una o dos posturas del lugar donde llegamos. Podríamos volar a Egipto en una postura de avión y ver una postura de pirámide y de camello…de ahí viajaremos donde el próximo niño apunte.

    Cuando los niños son muy pequeños y no saben lo que es el globo terráqueo, les puedes preguntar lo que ven en la noche cuando miran el cielo. Estrellas y planetas, por supuesto. Pues nosotros vivimos en un planeta también y es redondo como todos los demás y se llama Tierra. El globo terráqueo es como ven nuestro planeta los seres que viven en otras estrellas.

  4. Viaje. Para niños de 3 a 9 años ésta es la herramienta principal que utilizo para estructurar la clase. Para una descripción completa y sugerencias de lugares a donde ir para realizar los viajes, por favor ver el capitulo Temas.

  5. Canta y muévete. Haz una serie de posturas de yoga con una canción mientras la cantas o sólo la escuchas. Es una práctica maravillosa puesto que combina muchas modalidades de cómo enseñar e interactuar. Revisa el capítulo de Canta y Haz de la sección de Posturas de Yoga!

  6. Juegos de Yoga. Los juegos son una herramienta indispensable en toda clase de yoga para niños y a veces para cambiar, puedes hacer toda una clase de un juego. Esto es lo que hago cuando la clase es en el exterior o en un evento sin silencio. También es bueno cuando los niños han tenido un día duro y los juegos son la única manera de lograr que hagan yoga. Si planificaste una clase bonita, pero no está funcionando con los niños hoy…siempre puedes recurrir a juegos de yoga!

    Los juegos con tarjetas de yoga también son una manera bonita de pasar una hora haciendo yoga.

  7. Sigue mi Cuerpo. Ésta es una buena forma de calentamiento y para atraer la atención de la clase. En un círculo, todos los niños deben seguir los movimientos exactos del maestro. No se habla. El maestro puede guiar a los niños a través de un baile del sol y otros flujos de movimiento y agregar sonidos de profunda respiración o sonidos de animales para que los estudiantes hagan como espejos. También puedes permitir que uno de los estudiantes sea el director.

    Encontrarás ejemplos de secuencias de Sigue mi Cuerpo en el manual.

  8. La Ola. Has visto cómo las personas en un partido de futbol hacen la ola? Hacemos lo mismo en yoga. En un círculo, el maestro hace una postura y un movimiento y la persona a su derecha lo copia y así la postura fluye alrededor del círculo, mientras cada persona hace la postura uno después del otro.

    Puedes jugar con esto durante una hora – es muy divertido! Puedes hacerlo con una postura que vaya alrededor del círculo, como saltos de rana (no te olvides decir “ribit” mientras saltas), puentes, ruedas subiendo y bajando, saludo al sol o cualquier secuencia que fluya agradablemente. Comienza lento, cambiando la postura cuando haya sido completada por todo el círculo y luego cambia las posturas más rápidamente. También puedes conectar con tus vecinos para combinar posturas grupales en el flujo.

    Usa tu imaginación, inventa nuevas posturas y deja que otros lideren también.

  9. Espejos. Parados en círculo con tus palmas juntas en tu corazón, haz contacto visual con alguien frente a ti y apunta tus palmas Namasté hacia él y conecta como pareja. Después de hacer pareja con alguien del otro lado del círculo, empiezen a moverse como espejo de los movimientos de la otra persona. Uno lidera un poco y luego el otro, pero el objetivo es que estén sincronizados y perder el sentido de líder-seguidor y moverse como uno. Utiliza posturas de yoga pero decóralas con los movimientos que te vengan a la mente. Intenta mantenerte enfocado en la otra persona mientras te mantienes atento de tu participación del movimiento del grupo completo.

    Es mejor hacer este divertido ejercicio con música.

  10. Creación. A veces es divertido que los niños hagan tu trabajo y creen la clase. Conectan con su propia creatividad e imaginación y, más importante, muestran sus inventos a los demás (Que tan frecuentemente logran hacer eso en la escuela?)! Durante la creación, dividimos los grupos e inventamos nuevas secuencias o posturas grupales.

    Puedes comenzar con parejas, parados uno frente al otro. Toman turnos para crear una secuencia de 3-5 posturas mientras el otro hace de espejo. La pareja repite la secuencia varias veces. Luego dividimos los grupos en 3 o 4. Cada grupo inventa una secuencia de 3-5 posturas – es aún mejor si inventamos posturas totalmente nuevas! Después de que todos los grupos hayan perfeccionado sus secuencias, las muestran a los demás grupos y les enseñan a hacerlo. Lo mismo se puede hacer dividiendo la clase en sólo dos grupos grandes o que toda la clase en un gran grupo.

    Algo divertido para hacer con grupos grandes es pasar uno por uno y dividirlo en A´s y B´s, tocando la cabeza de cada uno mientras dices las letras alternándolas. Mientras el grupo A hace una postura, el grupo B se entrelaza con otra postura y lo puedes hacer como un flow utilizando una serie de posturas – una bella flor, cómo mandalas o posturas móviles de caleidoscopio pueden ser creados así! Puedes poner un tema para la creación, ya sea uno basado en posturas como “balanceo” o “conexión” utilizando tus pies o la parte superior de la cabeza o uno visual como creando diferentes flores, monstruos de yoga, maquina de yoga, dinosaurios, etc.

    También puedes escoger 3-5 posturas y pedirles a las parejas o grupos que encuentren una nueva forma de conectar entre ellos con las posturas o conectar las posturas en una secuencia.

    Otra manera de crear es darles una postura de comienzo y otra final. Pueden crear lo que quieran en el medio utilizando posturas, bailes, acrobacias, drama o lo que sea. Después pueden enseñar su creación a los demás.

    Cuando guías a tu grupo a hacer creaciones, limita su tiempo para que sean más decisivos en éste sentido de urgencia – 10 minutos para cada creación es suficiente. Te sorprenderás con sus inventos!

    Encontrarás un ejemplo de una clase de creaciones en la sección Planes de Creación en la Clase.

  11. Curso de Obstáculos.Es una de las maneras más divertidas de hacer yoga, pero toma mucho tiempo (dependiendo de lo elaborado que será tu curso). Móntalo antes de clase. Puedes crear el curso de obstáculos de lo que tengas en el espacio y en tu maleta (normalmente utilizo todo lo que tengo en la clase y en mi maleta).

    Primero demuestro cómo pasar por el curso y luego dejo que los niños pasen uno por uno. Que cuenten hasta 10 o esperen a que la persona que va delante de ellos llegue a una cierta estación antes de comenzar.

    Que los niños pasen por el curso más de una vez. Hazlo apropiado a la edad del grupo. Cuando ya estén familiarizados con el concepto, puedes pedirles que cada uno cree una estación.

    El guía del curso: Otra manera de pasar por el curso de obstáculos es con los ojos tapados y una persona para guiarte. Puedes dividir el grupo en dos y que el grupo con los ojos vendados se espere fuera mientras montas el curso de obstáculos y se lo muestres al gurpo líder. Luego, cada líder toma de la mano a una persona con los ojos vendados y lo lleva (verbal y físicamente) por el curso. Cuando cambias grupos, es mejor cambiar también el curso para que el segundo grupo no sepa que esperar.

  12. Clase con Tema. Para niños mas grandes (7 y más) o yoga familiar, es divertido crear la clase alrededor de un tema abstracto como el coraje, concentración, amistad, amor, apoyo, verdad…

    Por ejemplo, si el tema es Confianza, comienzas la clase pidiendole a los niños alrededor del círculo que mencionen una o dos personas que confían en ellos. Luego utilizas posturas y juegos que involucren confianza como posturas de balanceo, parejas o grupos, acrobacias o acro-yoga, el círculo de la confianza, etc.

    Si el tema es Creatividad, puedes pedirles a los niños al comienzo de la clase, que mencionen algo que hayan creado. Luego, en la clase puedes hacer Yoga de Creación (ver #5 arriba), pintado de mandalas, etc.

    La clase de Reciclaje es un ejemplo que encontrarás en la sección de Planes de Clase.

  13. Secuencias de Pareja. Otra manera de hacer yoga es, por supuesto, haciéndola juntos! Para una descripción completa y divertidas secuencias de pareja, ve el capítulo Secuencias de Pareja.

  14. Mandala Humano. El mandala humano es muy bueno para abrir la clase, como calentamiento y para sentirse más cómodos el uno con el otro. También es una buena manera de mantener el grupo unido y enfocado. En el mandala humano, simplemente nos mantenemos conectados como grupo en todas las posturas…las posibilidades son infinitas!

    Comenzamos el mandala humano sentados rodilla con rodilla, y comenzamos a movernos desde ahí, coordinando nuestros movimientos con el grupo y con nuestra respiración. Los mandalas humanos pueden ser simples y cortos para acomodar a niños pequeños, o muy acrobáticos para mantener el interés de adolecentes por 30 minutos o más; es más, puede ser la sección “posturas” de tu clase.